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Programa Educativo de Nutrición
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8 maneras de prevenir la mastitis

La lactancia es un proceso que debe aprender cada mamá con su bebé, y es posible que te enfrentes a algunos retos durante los primeros meses que des el pecho.

4min de lectura Oct. 14, 2021

Sigue estos consejos para disfrutar de una experiencia de lactancia sin problemas y prevenir la mastitis.

1. Prevenir la mastitis comenzando a dar el pecho lo antes posible

Tu bebé está listo y puede alimentarse una hora más o menos después de nacer, y el contacto temprano con tu piel es estupendo para crear un vínculo. Además de ser lo mejor para su salud, la alimentación frecuente durante los primeros días ayuda a que produzcas leche más rápido. Alimentar a tu bebé regularmente, y en cuanto muestre señales de que tiene hambre, ayudará a prevenir la mastitis, es decir, la acumulación de leche en tus pechos.

2. Comprueba el agarre de tu bebé

Otra forma de prevenir la mastitis es cerciorándote de que tu bebé se enganche correctamente y trata de asegurarte de que tu pecho esté vacío después de cada toma. Una forma de saber si tu pecho está vacío es masajearlo. Sentirás que está más suave cuando la leche haya drenado. Para obtener más consejos sobre cómo conseguir un buen agarre, consulta Lactancia para principiantes PARTE 2: Consigue un buen agarre

3. Alimentación a demanda

Dejar largos intervalos entre las tomas puede provocar una acumulación de leche en el pecho y ayudar a crear las condiciones para que se desarrolle la mastitis. Para reducir este riesgo, alimenta a tu bebé tan a menudo y durante tanto tiempo como quiera, tanto de día como de noche. Deja que el bebé vacíe completamente un pecho antes de cambiar al otro si todavía tiene hambre. Tu bebé soltará el pezón cuando haya tenido suficiente. La próxima vez que le des el pecho, empieza con el otro (puede ser útil tomar nota, sobre todo durante los primeros días y noches)

4. Lactancia exclusiva durante seis meses

La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses como la mejor medida para la salud de tu bebé. La alimentación frecuente, especialmente durante los primeros meses después del nacimiento, puede ayudar a evitar la acumulación de leche en los pechos. La acumulación puede causar que tus pechos se infecten. Si los patrones de alimentación cambian, o estás lejos de tu bebé durante un periodo de tiempo más largo de lo normal, extrae el exceso de leche para mantener el flujo.

5. Varía las posiciones de alimentación

Cambiar las posiciones de alimentación puede ayudar a drenar el pecho de forma más eficaz. Ver Lactancia para principiantes PARTE 3: Ponte cómoda para ver los ejemplos de diferentes maneras de sostener a tu bebé mientras lo amamantas.

6. Evita la presión sobre tus pechos

La obstrucción de los conductos mamarios puede ser causada a veces por un exceso de presión sobre los pechos, lo que impide que la leche fluya con facilidad. Algunos profesionales de la salud aconsejan no usar sostenes con aros, mal ajustados o demasiado apretados, o portabebés, y no dormir boca abajo.

7. Observa a las primeras señales de advertencia

Revisa tus pechos regularmente para detectar cualquier signo temprano de mastitis, como pezones doloridos, pechos muy pesados e hinchados, o bultos que puedan significar un conducto bloqueado. Si tienes alguno de estos síntomas, trata de descansar todo lo posible, continúa amamantando regularmente del pecho afectado y masajea suavemente cualquier bulto. También puedes intentar aplicar compresas calientes en la zona dolorida. Habla con tu médico si te sientes mal o si los síntomas no desaparecen al día siguiente.

8. Considera la posibilidad de tomar suplementos probióticos durante la lactancia

Actualmente existen evidencias de que tomar un suplemento probiótico que contenga Lactobacillus fermentum todos los días, desde el comienzo de la lactancia, puede ayudar a reducir las posibilidades de sufrir dolor mamario y mastitis. Este tipo de suplemento probiótico te proporciona una cierta bacteria "beneficiosa" que ya se encuentra en la leche materna. Para obtener más información sobre cómo puedes reducir la probabilidad de desarrollar mastitis, consulta ¿Qué es la mastitis?