¡Mi bebé no quiere comer! Causas y estrategias para fomentar buenos hábitos alimenticios

¡Mi bebé no quiere comer! Causas y estrategias para fomentar buenos hábitos alimenticios

0-4 meses
Artículo
Ago. 30, 2019
3 min

"Mi bebé no quiere comer" o "mi hijo no quiere comer" son frases que muchas familias repiten en la etapa de la alimentación complementaria. Aunque pueda ser preocupante, es una situación frecuente y, en la mayoría de los casos, pasajera. En este artículo te explicamos las posibles causas y te damos estrategias para afrontarlo con tranquilidad. 

¿Por qué mi hijo no quiere comer?

El apetito de los niños puede variar por muchas razones. Algunas de las causas más comunes son:

  • Crecimiento ralentizado: A partir del primer año, el crecimiento se vuelve más lento, y con él, disminuye también el apetito.

  • Exploración del entorno: Los niños están más interesados en descubrir el mundo que en sentarse a comer.

  • Tamaño del estómago: Es pequeño y no necesita grandes cantidades.

  • Búsqueda de autonomía: A partir del primer año, muchos niños quieren decidir qué y cuándo comen.

  • Distracciones: Televisión, juguetes o pantallas durante la comida pueden interferir en su concentración.

Alimentación perceptiva: confía en tu hijo

Tu bebé nace con la capacidad innata de sentir hambre y saciedad. Forzarle a comer cuando no tiene hambre o insistir cuando no quiere más puede alterar su relación con la comida a largo plazo. La alimentación perceptiva consiste en observar y respetar sus señales, permitiendo que decida la cantidad que necesita.

Mi bebé de un año no quiere comer: ¿qué hago?

Es muy común que un bebé de 1 año no quiera comer con la misma regularidad o cantidad que antes. Aquí te damos algunas estrategias:

1. Establece rutinas

  • Ofrece las comidas y meriendas siempre a las mismas horas.

  • Evita ofrecer colaciones o snacks justo antes de las comidas principales.

2. Crea un ambiente positivo

  • Evita distracciones como la tele o el móvil.

  • Siéntate a comer con él y participad en una conversación tranquila.

  • No regañes ni obligues a comer.

3. Ofrece variedad y opciones

  • Presenta alimentos saludables de forma atractiva.

  • Permite que elija entre dos opciones (por ejemplo, brócoli o zanahoria).

4. Anima a explorar

  • Deja que toque, huela y experimente con los alimentos.

  • Acepta el desorden como parte del aprendizaje.

5. Da ejemplo

  • Si los adultos comen variado y sin presión, los niños tienden a imitar este comportamiento.

Cuándo consultar con un profesional

Aunque la falta de apetito es normal en algunos momentos, deberías acudir al pediatra si:

  • Tu hijo pierde peso.

  • Tiene menos de dos comidas al día de forma continuada.

  • Parece apático o cansado.

  • Tiene dificultades para tragar o muestra rechazo continuo a alimentos básicos.

Paciencia y respeto: claves para una relación sana con la comida

Recuerda que cada bebé tiene su propio ritmo. No compares a tu pequeño con otros ni te angusties. Respetar sus tiempos y confiar en su capacidad de regularse es fundamental para fomentar una relación positiva con la alimentación.