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¿Preocupaciones de una madre trabajadora? Sigue nuestros consejos para la vuelta al trabajo después de tener un bebé

Si por voluntad propia o por circunstancias personales eres una mamá trabajadora, es probable que estés planeando ya tu vuelta al trabajo mientras subes y bajas por la montaña rusa de tus emociones. Pasarás de los sentimientos de culpa y angustia a la emoción y la motivación. ¿Cómo puedes conseguir el equilibrio entre la vida profesional y personal si eres una madre trabajadora? Si estás pensando en cómo planear la vuelta, qué decir y qué preguntar a tu jefe, nuestros consejos para volver al trabajo después de tener un bebé pueden serte útiles.

4min de lectura Oct. 14, 2020
  • ¿Das el pecho y tienes que volver al trabajo?: El mero hecho de volver al trabajo no significa que tengas que dejar de dar el pecho a tu bebé. Habla con tu jefe antes de incorporarte. Explícale que necesitas un espacio limpio y privado para extraerte leche. Y cuando finalmente vuelvas al trabajo, resérvate un tiempo en la agenda para que no estés demasiado estresada u ocupada para hacerlo.
  • Elige la guardería adecuada: Para calmar cualquier culpa sobre las guarderías propia de las madres trabajadoras, estudia las opciones y asegúrate de que estás satisfecha con la guardería que elijas. A la hora de elegir guardería, pide recomendaciones, intenta hacer «una visita sorpresa» a las instalaciones, lee las opiniones disponibles y, lo más importante de todo, confía en tu instinto. Si estás satisfecha con la elección, te resultará más fácil concentrarte en tu trabajo.
  • Solicita un horario de trabajo flexible: Si puedes permitirte una reducción del salario, podrías pedir a tu empresa la reducción de jornada o del número de días. Si no es tu caso, puedes solicitar flexibilidad en el horario de trabajo. Podrías pedir escalonar tu horario en función del horario de la guardería (comenzar antes y salir antes, por ejemplo) o teletrabajar. Las empresas no quieren perder a un buen empleado, de modo que les interesa estudiar detenidamente tu solicitud.
  • Mamás trabajadoras: habla con tus compañeros de trabajo: Si hay cambios en tu horario o has reducido tu semana de trabajo, es importante que tu equipo lo sepa. Cuéntaselo todo para gestionar sus expectativas y para asegurarte de que no sientes la presión de tener que hacer horas extras o aceptar plazos tan ajustados que no sería realista aceptar. A la hora de otorgar prioridad a tus tareas, debes tener en cuenta tu horario de trabajo. No tengas miedo de decir que un plazo es demasiado ajustado ni de proponer plazos más realistas.
  • Controla la ansiedad de las mamás trabajadoras: No seas dura contigo misma. Va a suponer un cambio bestial para ti, así que acepta que necesitarás tiempo para adaptarte a la nueva rutina. Podría ser bueno para ti regresar poco a poco al trabajo para ir cogiendo el tranquillo a las cosas. Pregunta a tu jefe si puedes volver de forma escalonada. Podrías reducir el horario o el número de días durante el primer mes, por ejemplo, para asegurarte de que tanto tú como tu hijo lo lleváis bien y estáis contentos.
  • Pide apoyo a otras mamás trabajadoras: Puede ayudarte hablar con una amiga que esté la misma situación que tú, compañeras de trabajo que también sean madres o un grupo de apoyo de mamás trabajadoras. Busca una red de personas con las que puedas hablar cuando la situación te desborde, que puedan responder a tus dudas y, básicamente, que se solidaricen con tu situación. No te lo guardes todo para ti sola. Tu pareja y tu familia también querrán apoyarte en la medida en la que puedan. No tengas miedo de pedir ayuda.