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Todo tipo de familias

Los padres ya no son lo que eran: la alteración de las estructuras familiares tradicionales y el progreso de la reproducción asistida abren nuevas vías de paternidad. ¿Se ha quedado obsoleto el esquema "un hijo = un padre + una madre"?

7min de lectura May. 9, 2016

¿Qué significa ser padre? En nuestra sociedad occidental, la paternidad se basa en la filiación. Normalmente, esta filiación es biológica (tú eres la madre de tus hijos), social (tú te ocupas de tus hijos) y legal o jurídica (tú eres el "responsable legal" de tus hijos). Sin embargo, también podemos ocuparnos de un niño que no es nuestro (el de nuestra pareja, por ejemplo) o ser el tutor legal de un niño que no es biológicamente nuestro (por adopción, según ciertas formas de reproducción asistida...).

 

Las variantes son innumerables y complejas. El sistema de parentesco, sin embargo, es exclusivo: un niño tiene como máximo dos padres; no existe la pluripaternidad. Cuando un niño es adoptado, por ejemplo, pierde a sus padres biológicos: legalmente, es como si no existieran. ¿Tan evidente te parece la relación "un niño = un padre + una madre"? Nada más lejos de la realidad, si tomamos como referencia el mundo entero. Hay sociedades en las que un niño puede ser criado por varias personas a las que éste considera sus padres, independientemente de su filiación biológica.

 

Batiburrillo de padres

En occidente, cada vez más niños se encuentran en la situación de tener, sucesiva o simultáneamente, múltiples padres: cuando un padrastro o madrastra substituye a un padre o madre biológicos, cuando el niño nace a partir de una donación de semen (inseminación con esperma de un donante anónimo), de un embrión o incluso gracias a una madre de alquiler (cosa que, a pesar de ser ilegal en España, existe igualmente), cuando el niño se cría con otros miembros de la familia (como los abuelos, por ejemplo), cuando el niño es adoptado... Entonces, ¿quiénes son los padres?¿Quiénes son los verdaderos y quiénes los falsos? ¿Qué supone la filiación biológica frente a la filiación "social"? ¿Somos más padres porque nuestro hijo viene de nosotros o porque nos ocupamos de él todos los días? Como puedes ver, las cosas no están tan claras... Y no olvidemos que hay niños (miles en España) que tienen un padre + un padre o una madre + una madre.

 

¿Qué dice la ley?

Desde hace varios años, los legisladores se tiran de los pelos. Se han redactado informes y creado comisiones, y se ha consultado con todos los especialistas capaces de arrojar luz sobre los nuevos modelos de familia. Y es que todo esto lleva consigo ciertos problemas. Por ello, en 1993 se creó el juez de asuntos familiares, encargado de arbitrar situaciones peliagudas.
Hay que decir que la invención de los padres, desde el punto de vista jurídico, es bastante reciente: la antigua noción de "cabeza de familia" fue substituida por la de "autoridad paterna conjunta". Efectivamente, antes el padre era la ley... Pero, ojo, la autoridad paterna sólo se reconocía en el marco del matrimonio, hasta que en 1987 se amplió a las parejas no casadas o divorciadas. La ley se ha adaptado poco a poco a la realidad: el principio, el marido comparte la autoridad con su mujer; a continuación, los padres no están obligados a casarse o a permanecer juntos para tener hijos en común; y, finalmente, los padres pueden volver a casarse, vivir en una nueva unión, practicar la custodia compartida, cambiar de orientación sexual a mitad de camino (aunque aquí la ley no se ha puesto realmente al día)...

 

El objetivo de la legislación, a pesar de los avatares de la familia, es intentar mantener la "copaternidad", es decir, procurar que ambos padres compartan en igualdad de condiciones la responsabilidad de los hijos. Y es que, en una sociedad en la que los vínculos de pareja son cada vez más frágiles y en la que la familia ya no se basa en el matrimonio como antaño, el niño es el motor de la familia. Por ejemplo, un adulto solo con un hijo constituye una familia monoparental.

 

La ley intenta proteger, pues, la función paterna sea cual sea la situación que atraviesa la "familia" (separada), y siempre en beneficio del niño. No todos los divorcios acaban bien y, como todos sabemos, los niños pueden acabar involucrados en los conflictos de los mayores. En el caso de una separación, sin juez de por medio, la pareja debe llegar a un acuerdo sola...¡por lo menos en cuanto a lo que respecta a los hijos! Si pasar del estado de ser padres al de "copadres" te parece muy complicado y temes la repercusión que la separación puede tener en vuestro hijo, puedes acudir con tu pareja a un psicólogo. En este difícil momento de vuestras vidas, donde el diálogo con tu futuro ex y padre de tu hijo puede ser prácticamente inexistente, un terapeuta puede desenmarañar muchas cosas y ayudaros a separaros permaneciendo "unidos" a ojos de vuestro hijo.

 

Sólo dos padres y de sexo diferente: ¿y por qué no otra cosa?

Por contra, la ley no permite que se tenga en cuenta toda la "paternidad" del niño: en los casos de inseminación con esperma de donante, el anonimato del donante es indispensable. La filiación biológica del niño, por tanto, es inexistente. ¡Aunque ello no influirá en la construcción futura de su identidad! El principio es similar con la adopción plena: el niño puede llegar a saber un día quiénes son sus padres biológicos, pero desde el punto de vista legal no existen. En cuanto a la posibilidad de tener una madre biológica que no actúe como madre (es decir, una madre de alquiler), la ley española la rechaza de pleno. Ya te lo habíamos advertido: dos padres, y no más.
¿Y qué deben hacer los padres de un niño que no es exactamente suyo biológicamente hablando? ¿Qué se le explica sobre su historia? ¿Qué hacer cuando se desconoce por completo su verdadero origen? Aunque cada caso es una historia diferente, hay una cosa clara: hay que hablar con el niño cuando éste tenga edad para entendernos, aunque sea un bebé, pero sin llegar a aburrirle. Los pequeños escuchan a menudo como quien no quiere la cosa, aunque no necesitan mucho para saber de qué se trata; pueden no hacer preguntas y parecer indiferentes... Son maneras de protegerse frente a una verdad nada fácil. Deja que asimilen su historia particular a su ritmo.
Finalmente, la ley española no se opone a la idea de que los dos padres sean del mismo sexo, de la misma manera que en otros países como Gran Bretaña, Suecia, Holanda o la provincia del Quebec y algunos estados americanos (California, Nueva Jersey, Vermont o Connecticut). Además, las parejas de mujeres tienen acceso a la reproducción asistida en muchos países. La adopción o la reproducción asistida se siguen negando en muchos países a las parejas homosexuales. La adopción por parte de la pareja homosexual del padre o madre del niño es legal en 6 países europeos y una veintena de estados norteamericanos.
Según la antropóloga Françoise Héritier, "todas las fórmulas de paternidad que consideramos nuevas son posibles socialmente y se han experimentado en sociedades particulares". Ni siquiera la reproducción asistida es revolucionaria: siempre ha habido hombres que se han casado con mujeres embarazadas de otro hombre. Sin embargo, para que estas fórmulas de paternidad diferentes funcionen, es necesario que sean asimiladas al mismo tiempo por nuestras leyes y por nuestra mentalidad.
Así, pues, no tengamos miedo a la novedad y no nos cerremos en banda a esquemas de filiación y paternidad que consideramos inamovibles y universales. ¡Usemos la imaginación! Es posible que la armonía y el equilibrio de la sociedad dependan de ello, así como la felicidad de nuestros hijos...