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Alimentación complementaria: no dejes la lactancia materna

La primera cucharada de alimento que coma el bebé será un hito fundamental en su posterior desarrollo.

5min de lectura Dic. 12, 2019

Pasados los seis meses, solo con la leche materna no cubrirás todas las necesidades energéticas del bebé, así como las necesidades de algunos nutrientes (como el hierro, el zinc y las proteínas) y vitaminas importantes. Eso no quiere decir que se deba dejar la lactancia materna.

La primera cucharada de alimento que coma el bebé será un hito fundamental en su posterior desarrollo. Habrá empezado su aventura para ir descubriendo el apasionante mundo de la comida, y tendrás la excelente oportunidad de fomentar su amor por la alimentación saludable, algo que le durará toda la vida.

¿Dejar la lactancia materna?

Sin embargo, el comienzo de la alimentación complementaria no supone el fin de la lactancia materna. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que sigas amamantando a tu bebé hasta que cumpla dos años, o incluso más adelante, para que obtenga los nutrientes y los anticuerpos que refuerzan la inmunidad que tanto necesita.

Transición hacia la alimentación complementaria

La introducción de los alimentos sólidos es un proceso gradual, y la leche materna seguirá siendo la fuente principal de nutrición del bebé. ¿Todo esto te confunde? Sigue estos ocho sencillos consejos para que la transición sea agradable:

1. Sigue dando el pecho a demanda

Entre los seis y los ocho meses, la mayoría de los bebés necesitan recibir un 70 % de calorías de la leche materna y tan solo un 30% de los alimentos complementarios. Tal vez notes que bebe menos leche o necesita menos tomas, frente a lo que necesitaba hace unos meses, antes de que empezaras a ofrecerle sólidos. Sin embargo, la cantidad de leche que tome seguramente no disminuirá mucho, especialmente durante los primeros días. No dejes la lactancia materna y sigue ofreciéndole a tu bebé leche siempre que quiera, de día o de noche. La leche materna contiene anticuerpos, probióticos, proteínas y oligosacáridos de leche materna (HMO, por sus siglas en inglés). Estos cuatro increíbles ingredientes hacen algo más que alimentar a tu pequeño: lo protegen frente a infecciones y virus.

2. Importancia de los alimentos con hierro para los bebés

El hierro es un nutriente esencial para el crecimiento y el desarrollo de tu bebé. Como sabes, los depósitos de hierro le sirvieron durante los primeros meses de vida, pero, a partir de los seis meses, empiezan a vaciarse. La leche materna también es naturalmente baja en este mineral, así que elige alimentos con hierro para bebés, como la carne triturada y los cereales infantiles enriquecidos con hierro. En una reciente publicación centrada en la ingesta de hierro de más de 1100 bebés y niños, se recogió que la mayoría tomaba cereales infantiles de los seis a los nueve meses, lo cual supone la principal fuente de hierro en sus dietas.

3. Ofrece variedad de sabores

Deja que tu bebé experimente y pruebe distintos sabores y texturas para que luego coma sin problema gran variedad de alimentos.

4. Evita que se frustre

Sobre todo al comienzo, si tu bebé parece tener mucha hambre, dale el pecho primero si puedes. La lactancia materna y la alimentación complementaria no tienen que ir por separado. Algunas madres dan el pecho antes de ofrecer alimentos para saciar un poco el hambre del bebé y pueda ir adaptándose a comer con cuchara. Sigue dando el pecho siempre que el bebé muestre signos de hambre.

5. No dejar la lactancia materna ni dar leche de vaca

Los bebés menores de un año no deben tomar leche de vaca como bebida, ya que tiene un alto contenido en sal, proteína y calcio para su sistema digestivo, aún inmaduro. La leche materna sigue aportando una excelente nutrición y respaldo para el sistema inmunológico del bebé.

6. ¡Haz que comer sea divertido!

Como siempre, deja que tu bebé decida si tiene hambre y cuánto quiere comer y beber. Alimentarse debe ser una experiencia agradable y positiva para ambos, así que evita las presiones y disfrútalo. Su expresión al probar un sabor por primera vez o cuando consigue llevarse un alimento sin ayuda a la boca son momentos especiales para recordar siempre. Esta es su oportunidad para aprender los distintos sabores y, más adelante, usar la cuchara, destrezas que mejorará según vaya creciendo.

7. Recuerda tu papel

Tú y tu bebé tenéis una misión importante durante esta etapa de la alimentación complementaria. Tú decides qué alimentos ofrecerle y cuándo. Elige alimentos ricos en nutrientes, saludables y variados, y responde a sus señales de hambre y saciedad. Ofrécele también alimentos ricos en hierro. Tu peque decide si quiere comer y cuánto. Si ambos cumplís bien vuestras funciones, tu bebé disfrutará de buena salud y de una buena alimentación.

8. Contribuye a su futura salud

"Algunas madres dejan de dar el pecho cuando empiezan con la alimentación complementaria porque creen que la leche materna ya no es importante, cuando sí que lo es", afirma Birgit Becker, nutricionista en Nestlé Nutrición, Suiza. "Los estudios demuestran que los niños amamantados tienden a disfrutar más de las verduras cuando crecen y cuando son mayores comen más fruta y verdura y toman menos bebidas con azúcar. Como la lactancia materna se ha asociado a un peso más saludable durante la infancia, hay buenas razones para seguir dando el pecho cuando tu bebé empiece a la introducción de la alimentación complementaria".