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Cómo elegir nombres de bebé originales de forma divertida

Apostar por nombres de bebé más convencionales y conocidos es una muy buena opción, y existen miles entre los que elegir. Pero cuando buscas un nombre para tu bebé original siempre existe un riesgo de ser demasiado exótico o incluso excéntrico. Y es una línea que, por lo normal, todas las mamás y todos los papás quieren evitar. ¿Cómo elegir un nombre para tu niño o niña diferente, original, sin caer en la extravagancia?

4min de lectura Nov. 24, 2016

Aquí van unos consejos que te pueden ser de gran ayuda:

 

1. Primer paso: la búsqueda
¿Dónde encontrar nombres diferentes, originales o menos comunes? Existen un amplísimo abanico de posibilidades y fuentes de inspiración. Para empezar, un libro tan antiguo como popular: la Biblia. Aparte de los nombres más tradicionales como Jesús, María, José u otros como Raquel o Noé, en la Biblia hay más de 1800 nombres bíblicos distintos entre los que escoger. Algunos, realmente originales y poco frecuentes. 
También hay libros dirigidos a futuros papás en los que se recopilan miles y miles de nombres, muchos procedentes de otros idiomas en uso y en desuso, aunque mucha de esta información también la puedes encontrar en Internet. Los personajes de las películas, de la literatura, de Disney, topónimos o los nombres de las celebrities y sus hijos son otras fuentes inagotables de inspiración si buscas un nombre original para tu bebé niño o niña.

 

2. Haz la prueba: un método familiar infalible
Si ya has encontrado algunos nombres singulares, pide a los futuros abuelos –e incluso bisabuelos- que los pronuncien. ¿Les resulta demasiado complicado? Entonces quizá no vale la pena. Piénsatelo dos veces. 

 

3. Escríbelo
Sí, de tu puño y letra. Poner las cosas por escrito siempre ayuda. Y la operación “encontrar el nombre perfecto para mi bebé” no es ninguna excepción. ¿Te gusta lo que ves? ¿Te sientes cómoda o cómodo? Si la respuesta es sí, súmale un punto positivo en la balanza. Si dudas, quizá no es el más indicado.

 

4. Pronúncialo en voz alta
A veces nos dejamos llevar simplemente por el factor “originalidad”. Pero, adelante, pronúncialo. Y juega a poner diferentes tonos de voz: cariñoso, enérgico, como si lo llamaras en medio del parque rodeado de otros padres… ¿Te gusta cómo suena? 

 

5. ¿Buen tándem con el apellido?
Hay quienes prefieren poner como primer apellido el nombre de la madre en lugar de el del padre. Sea cual sea tu caso, pronúncialos juntos (y escríbelos también, nunca está de más). ¿Suena bien? Sí: punto positivo. No: quizá habría que valorarlo.

 

6. Tu futuro bebé, ¿tiene hermanos?
Si la respuesta es sí y ellos tienen nombres más convencionales, puede que resulte un poco extraño. Valora si, cuando sea mayor, a él o ella puede resultarle un hecho diferenciador que haga que se sienta demasiado diferente a sus hermanos.

 

7. Vuestros nombres juntos
Si sois una pareja, prueba a escribir o pronunciar vuestros nombres junto al que habéis pensado para el bebé. A priori puede parecer una tontería, pero no deja de ser el nombre de otro miembro más en la familia. ¿Que al final es cosa de costumbre y sea cual sea el nombre elegido al decirlo mucho terminará por sonar normal de todos modos? Puede. Pero si ya te gusta desde el principio, es un paso más. 

 

8. Olvídalos…
Tal cual. A veces el momento de la elección del nombre para el bebé puede ser algo obsesivo. Las revistas, la prensa y cualquier medio online se vuelve una mera fuente de inspiración para tu búsqueda de ese nombre original de niño o de niña. Cuando notes que ni siquiera lees los titulares, sino que tu radar va únicamente en busca de los nombres. Cuando vayas por la calle y lo único que hagas es estar pendiente de cómo llaman los padres a sus niños en el parque, y cuando veas que lo último que haces al ir a dormir noche tras noche es pensar en el nombre perfecto para tu bebé... Stop. Pon en práctica una de las técnicas de los escritores cuando llevan demasiado tiempo dando vueltas a un texto: dejarlo reposar. Intenta desconectar unos días. Cuando vuelvas a la tarea verás que lo haces de una forma más relajada.

 

… y recuerda: es importante, pero no vital
Por supuesto que la elección del nombre de tu hijo es algo importante, pero ten claro que de él no dependerá toda su felicidad. Tampoco la tuya. Dale la importancia que merece. Dedícale el tiempo que creas conveniente, dentro de la normalidad. Pero evita que te genere estrés. Y, cuando lo elijáis y estéis de acuerdo, aleja la duda. La decisión está tomada. Y seguro que será la correcta.