La infertilidad puede constituir una situación increíblemente solitaria, a pesar de que es un problema relativamente común, que afecta a una de cada ocho parejas en Estados Unidos y a una de cada cuatro en los países en desarrollo. A veces, la gente te dice: «Relájate y todo saldrá bien», pero a menudo es más fácil decirlo que hacerlo. Sigue nuestros consejos para hacer frente a la infertilidad, desde la aceptación de un diagnóstico de infertilidad hasta la búsqueda de grupos de apoyo para la infertilidad.
1. Aceptar un diagnóstico de infertilidad
La infertilidad se define por lo general como la imposibilidad de quedarse embarazada tras un año de relaciones sexuales periódicas y sin protección. Es posible que tú o tu pareja recibáis un diagnóstico de infertilidad por una causa conocida, como la obstrucción de las trompas de Falopio por parte de la mujer o la mala calidad del esperma por parte del hombre. O, como en el 25 % de los casos, la causa puede ser desconocida. Cómo afrontar la infertilidad inexplicada puede ser especialmente difícil, ya que no hay nada obvio que pueda «solucionarse». Tanto si has recibido un diagnóstico de infertilidad inesperado como si te ha sorprendido después de meses o años de intentar tener un bebé sin éxito, puede ser muy difícil de asimilar. Si te resulta viable, la perspectiva de un tratamiento de fertilidad, como la FIV (fecundación in vitro) y la IIU (inseminación intrauterina), puede ofrecer esperanza y, potencialmente más respuestas para algunas personas, mientras que para otras también puede llevar tiempo aceptarlo, ya que no es la forma en que te imaginabas que ibas a formar una familia. Si te preguntas cuándo acudir a un médico especialista en fertilidad, consulta nuestra práctica lista de comprobación.
2. Cómo afrontar la depresión por infertilidad
Los problemas de infertilidad pueden tener un gran impacto emocional tanto para ti como para tu pareja. De hecho, los estudios han demostrado que los niveles de ansiedad y depresión de las mujeres que experimentan infertilidad son similares a los de aquellas a las que se les ha diagnosticado cáncer, enfermedades cardíacas o VIH. Pueden manifestarse como sentimientos de aislamiento, inutilidad e ira, entre otros. Estos sentimientos son completamente legítimos, así que permítete sentirte así. Estás atravesando una crisis vital, así que no te sientas culpable por enfadarte por un anuncio de embarazo o por no sentirte con fuerzas para asistir a la fiesta del bebé de tu amiga. Si crees que algo va a hacerte sentir peor sobre tu propia situación, no hay que avergonzarse por evitarlo. Y tampoco te preocupes por el impacto del estrés, ya que las investigaciones demuestran que no afecta al resultado del tratamiento de reproducción asistida.
3. Cómo decirle a la gente que tienes problemas de infertilidad
Aunque es totalmente comprensible que quieras acurrucarte en el sofá en los días de bajón, intenta no aislarte por completo, ya que esto puede tener un efecto negativo y persistente en tu salud mental. Abrirte a tus seres queridos para hablar de tus problemas de fertilidad puede suponer un alivio, ya que te da la oportunidad de explicar lo que estás viviendo. Sin embargo, no todo el mundo sabe cómo afrontar esta noticia y puede que algunas personas digan algo equivocado o eviten hablar de ello por completo. Si decides compartir tus problemas de fertilidad, cuenta a los demás lo que pueden hacer para apoyarte. Puede tratarse simplemente de que te digan que te quieren, de que te envíen tarjetas de buena suerte o de que se comprometan a no dar consejos no solicitados. Puedes hacer saber a la gente si aprecias que te pregunten o si prefieres ponerles al día con las noticias cuando las tengas.
4. Búsqueda de apoyo para la infertilidad
Aunque los amigos y la familia harán todo lo posible para apoyarte a la hora de que te enfrentes a la infertilidad, solo podrán entender realmente lo que estás viviendo en tu proceso de fertilidad si lo han experimentado ellos mismos. Por eso es importante encontrar tu tribu de la infertilidad. Puede que descubras que tienes amigas que también intentan desesperadamente quedarse embarazadas sin éxito; tal vez el hecho de que hables abiertamente de tus problemas de fertilidad les incite a compartir los suyos. También puedes probar con los grupos de apoyo a la infertilidad, que suelen estar dirigidos por organizaciones benéficas de fertilidad y en los que puedes encontrar reuniones locales en tu zona. También pueden proporcionar una línea de apoyo para la infertilidad a la que puedes llamar. Para obtener apoyo en línea, siempre puedes buscar #ComunidadIC en Instagram o Facebook para encontrar cientos de miles de publicaciones de otras personas que también están intentando concebir (CIC). El mero hecho de saber que no estás sola puede ser enormemente reconfortante. Por último, si te estás sometiendo a un tratamiento de fertilidad, es probable que tu clínica de fertilidad ofrezca asesoramiento sobre fertilidad como parte de sus servicios. Un asesor profesional en materia de fertilidad podrá ayudarte a lidiar con tus emociones y te ofrecerá consejos sobre cómo afrontar la depresión y el estrés de la infertilidad. Puedes optar por hacerlo sola o con tu pareja.
5. Mantener la solidez de la relación
Intentar tener un bebé sin éxito mes tras mes puede poner a prueba incluso a las relaciones más sólidas. Las relaciones sexuales pueden interpretarse como una tarea, puede haber reproches o sentimientos de culpa, así como diferencias en la forma de afrontar la infertilidad. Intenta tener algunos días «libres de fertilidad», en los que no habléis de ello, y asegúrate de programar mucha diversión, por ejemplo, noches de cita, para mantener vivo el amor y recordar lo que os gusta el uno del otro. Recordad que, aunque sea la mujer la que tenga que someterse a la mayoría de las pruebas y el tratamiento, estáis juntos en esto como un equipo. Buscad apoyo mutuo y decid a vuestra pareja qué puede hacer que sirva de ayuda, ya sea que te dé un abrazo o rechazar una invitación a una reunión familiar con muchos niños. Tampoco esperes que tu pareja responda de la misma manera que tú: cada persona es diferente. Sé valiente y comparte tus miedos, incluso los más grandes, como la preocupación de que tu pareja te deje si los problemas de fertilidad son tuyos. Puedes optar por lidiar con algunos de ellos con un asesor de fertilidad.
6. Ejercicio para la fertilidad y la salud mental
Además de manteneros a ti a tu pareja en buena forma para intentar concebir, la actividad física es estupenda para mejorar tu salud mental, lo que puede ayudarte a afrontar la infertilidad. Esto se debe a que el ejercicio reduce los niveles de las hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol, y libera endorfinas, las «hormonas de la felicidad», que son las que levantan el ánimo de forma natural. Sin embargo, debes tener cuidado de no excederte, ya que el bajo peso, al igual que el sobrepeso, puede tener un efecto negativo en la fertilidad. Conoce el IMC (índice de masa corporal) ideal para el embarazo en nuestros Consejos para intentar concebir. Si estás en tratamiento de FIV, tu médico de fertilidad podrá aconsejarte que reduzcas cualquier actividad cardiovascular, como correr. Esto se debe a que un exceso de ejercicio puede tener un efecto negativo en la producción de hormonas reproductivas de tu cuerpo. En lugar de eso, ¿por qué no pruebas con el yoga para la fertilidad o con una caminata suave? Quizás quieras escuchar un pódcast sobre fertilidad o simplemente conectar con la naturaleza y tu entorno. Habla con tu médico especialista en fertilidad si no estás segura de qué y cuánto ejercicio debes hacer.
7. Sentirse más en control con una dieta saludable para intentar concebir
La infertilidad puede hacerte sentir que no tienes control sobre tu vida, pero sí hay un ámbito en el que puedes recuperar algo de poder, y es el que concierne a lo que introduces en tu cuerpo. Llevar una dieta para intentar concebir nutritiva, rica en frutas, verduras y legumbres, grasas saludables, fibra y carbohidratos complejos, vitaminas y antioxidantes es probable que mejore tu fertilidad, y al hacerlo puedes sentirte segura de que estás haciendo todo lo posible para aumentar tus posibilidades de quedarte embarazada. Es probable que también te sientas mejor físicamente, ya que tu cuerpo se nutre con todo lo que necesita para favorecer una concepción saludable. Consulta nuestra Infografía sobre los alimentos para la fertilidad para conocer sobre la dieta con miras a concebir.
8. Intenta no obsesionarte con el embarazo
La infertilidad puede resultar abrumadora, pero no dejes que se apodere de tu vida. Cuando sientas que no avanzas en tu objetivo de tener un bebé, puede ayudarte a progresar en otras áreas, por ejemplo, puedes dedicarte a un nuevo pasatiempo, haciendo mejoras en la casa o viajando. Tomarte un descanso puede ayudarte a restablecerte e incluso puede constituir una oportunidad para un crecimiento personal que mejore tu vida. Pero si te preocupa retrasar el tratamiento debido a un descenso de la fertilidad, habla con tu médico especialista en fertilidad. Sobre todo, trata de recordar que este momento increíblemente difícil pasará; sea cual sea el resultado de tu proceso de fertilidad, no durará para siempre.