Es realmente increíble como se adapta la leche materna a las necesidades individuales de los bebés y es capaz de cambiar en función del clima.
En un clima cálido, las madres producen relativamente más leche con las características de la del inicio de la toma, lo que ayuda a que estén mejor hidratados. Además, el contenido relativamente bajo en sal de la leche materna, permite que los requerimientos de fluidos del bebé se cubran manteniendo la carga renal baja. Ya sabes que tu leche no será la misma que la de otra madre.