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CÓMO SOBRELLEVAR EL VERANO: EMBARAZADAS Y BEBÉS

“¿Sales de cuentas en pleno verano? ¡Qué calvario!”. Esto es lo que seguramente habrás oído si estás embarazada en verano y está previsto que tu bebé nazca en pleno periodo estival. Pero lo cierto es que, siguiendo algunos consejos, puedes sobrellevar el calor durante el embarazo la mar de bien. ¿Y qué hay del bebé? Si sus primeros meses de vida coinciden con el verano solo tienes que tomar algunas precauciones. Te contamos todo lo que tienes que saber para disfrutar del embarazo a pesar del calor y proteger a tu bebé de las altas temperaturas.

5min de lectura Mar. 17, 2017

 

Embarazada en verano

 

Míralo por el lado positivo: estar embarazada en verano es una buena oportunidad para pasar las últimas semanas de gestación acompañada de tu pareja o de la familia, pues coincide (o puedes hacer que coincida) con las vacaciones. Para sobrellevar mejor el calor durante el embarazo sigue estos consejos:

 

Hidrátate mucho: no olvides beber agua frecuentemente, sobre todo durante los días más calurosos.

Realiza ejercicio moderado: si sales a caminar hazlo durante las horas menos calurosas, como a primera hora del día o al caer el sol. Si practicas yoga o ejercicios similares, hazlo en un espacio bien acondicionado con una temperatura agradable constante. Y, ya que es verano, ¡aprovecha para nadar! Te refrescarás y, además, es un muy buen ejercicio.

Evita las comidas copiosas y toma alimentos que sean fácilmente digeribles.

Utiliza ropa fresca: elige telas livianas y frescas como de algodón o el lino

Duchas de agua fría: si sientes sobre todo las piernas, tobillos y pies muy hinchados prueba a ducharte con agua fría o al menos terminar las duchas con agua fría. Ayudará a bajar la hinchazón.

Aire acondicionado y embarazo: no se debe de abusar del aire acondicionado y debe mantenerse a temperatura moderada ya que la temperatura corporal de la mujer embarazada aumenta. Por este motivo es muy tentador hacer uso y abuso del aire acondicionado en el embarazo. Pero utilízalo con medida para evitar cambios bruscos de temperatura. Recuerda que si te resfrías no podrás tomar medicamentos más allá de paracetamol, pues no son recomendables durante la gestación.

Date un masaje: no solo te relajará y te resultará muy agradable, sino que además también ayudará a reducir la inflamación.

Refréscate: si te sientes muy acalorada prueba a humedecer un paño y colócatelo en la frente o en la nuca. Verás cómo te alivia al instante.

Toma el sol, pero con cautela: el sol ayuda a sintetizar la vitamina D y además produce relax y bienestar. No obstante, es recomendable evitar las horas de mayor intensidad pues las radiaciones son más agresivas. Esto ocurre entre las 12 y las 16h. Y utiliza siempre protección solar alta, no solo protegerá tu piel sino que prevendrá los melasmas o “paños de embarazada”, manchas oscuras que pueden aparecer en el rostro.

 

Bebés en verano

 

Los bebés padecen el calor igual que lo hace un niño o un adulto. La única diferencia es que no pueden expresar cuando están acalorados, sino que utilizan su lenguaje universal: llorar. Pero claro, como también lo usan para decir que tienen hambre, sueño, que les duele algo o simplemente que tienen ganas de “fiesta”, resulta complicado saberlo. Aquí algunos consejos para papás con bebés muy pequeños en pleno verano:

 

No lo abrigues en exceso: al verlo tan pequeño y tan indefenso muchos padres cometen el (comprensible) error de abrigar demasiado al bebé. Si su frente o su nuca transpira demasiado, quítale algo de ropa. Con un body de algodón, por lo general, estará bien.

Aire acondicionado para bebés: no está prohibido su uso cuando hay bebés en casa. Pero sí hay que tener medida con la temperatura (no bajarla demasiado), evitar colocar al bebé cerca de la salida o el chorro de aire e ir encendiéndolo de forma intermitente o dejarlo a una temperatura constante y moderada. En definitiva, el aire acondicionado y los bebés no es incompatible siempre y cuando el uso sea moderado.
El aire acondicionado en los bebés puede irritar sus vías respiratorias, así que si lo utilizas es recomendable que también pongas un deshumidificador a ratitos.

Vigila sus mucosas: si ves que tiene la lengua o la boca seca puede deberse a que el bebé está deshidratado. En los meses más calurosos es recomendable aumentar las tomas. Dale el pecho o biberón cada 2h aproximadamente.

Hidratación: una forma de evitar que pase calor y se deshidrate es mojarlo con paños humedecidos y ponerle crema. Si tiene más de seis meses, puedes darle de beber un poquito de agua con el biberón.

Paseos por la sombra: cuando salgas a pasear evita que le dé el sol directamente, sobre todo si tiene menos de 6 meses ya que no es recomendable que le pongas protección solar por riesgo a desarrollar alergias. Tampoco es recomendable llevarlo a la playa durante el primer medio año de vida, pues la exposición al sol será difícil de evitar y su piel es extremadamente sensible. Sal en las horas de menos intensidad solar, utiliza una sombrilla o ponle una gorrita y aplícale crema solar.

Controla su pipí: uno de los signos de deshidratación es la escasez de micción. Por eso es importante controlar que el pipí es regular e igual de abundante que siempre. Si ha disminuido considerablemente, consulta con el médico.