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Cómo introducir alimentos al bebé: nuevas texturas y sabores

Si le ofreces una amplia variedad de sabores y texturas, tu bebé de apenas seis meses será buen comedor. ¡Descubre cómo introducir nuevos alimentos al bebé!

7min de lectura Dic. 12, 2019

Si le ofreces una amplia variedad de sabores y texturas, tu bebé de apenas seis meses será buen comedor. ¡Descubre cómo introducir nuevos alimentos al bebé!

Conforme crezca y se desarrolle comerá una amplia variedad de alimentos. Introducir nuevas combinaciones de sabores en las comidas para bebés puede ser divertido y gratificante. Tu peque podrá necesitar hasta ocho intentos cada vez que pruebe un alimento nuevo, ofrecido a lo largo de varios días o semanas, así que no te desanimes al principio.

Al introducir nuevos alimentos, recuerda vigilar los posibles signos de intolerancia y alergia. Aunque la leche materna seguirá siendo su principal fuente de nutrición hasta que cumpla un año, ya puedes ir ampliando su dieta. Podrás empezar a ofrecerle combinaciones cuando haya probado y acepte bien los alimentos con un solo ingrediente. Si expones ahora a nuevos sabores y texturas a tu bebé, es probable que esté más dispuesto a comer alimentos nuevos en el futuro, ¡así que sé creativa!

 

Frutas y verduras para los bebés, lo mejor

La verdura y la fruta son buenos alimentos para tu bebé porque son ricas en nutrientes importantes como:

  • La vitamina A, para la vista y el crecimiento celular
  • La vitamina C, un antioxidante que ayuda a mantener las encías sanas y a absorber el hierro si se toma al mismo tiempo que alimentos ricos en este mineral (no carnes), como los cereales infantiles enriquecidos
  • El potasio, un mineral que contribuye al correcto funcionamiento del sistema nervioso y los músculos
  • La fibra, para evitar el estreñimiento y facilitar el movimiento intestinal

 

Consejos sobre cómo introducir alimentos al bebé

A continuación, te ofrecemos diez consejos para introducir nuevos sabores y texturas de frutas y verduras y otros alimentos en la dieta de tu bebé:

 

1. No te rindas a la primera de cambio

Los estudios han demostrado que los bebés a veces necesitan probar un alimento hasta ocho veces antes de aceptarlo. En una serie de estudios se ha demostrado que, a los bebés de siete meses que aprendieron a apreciar una verdura que antes no les gustaba (probándola varias veces), les siguió gustando esa verdura a los 15 meses, a los tres años y hasta a los seis años.

Es probable que tu bebé ponga caras raras (o de sorpresa) cuando pruebe un nuevo alimento, pero suele ser porque no está acostumbrado al sabor. No quiere decir que no le guste. Aunque escupa algo, no te desanimes, porque no significa que nunca comerá ese alimento. Sé paciente y ofréceselo de nuevo al día siguiente. Los alimentos que al principio parece que no le gustan pueden acabar convirtiéndose en sus favoritos después probarlos varias veces a lo largo de unos cuantos días o semanas. Hasta un bocadito (o cucharadita) pueden ayudarlo a que le acabe gustando una nueva verdura. Estos sabores y texturas son nuevos y tu bebé necesita aprender a aceptarlos y disfrutarlos.

 

2. Un nuevo alimento cada tres días en las comidas para bebés

Ofrece a tu bebé un nuevo alimento cada tres días para que puedas observar si muestra signos de intolerancia o sensibilidad. Si sospechas que ha tenido una reacción, no le des más ese alimento y habla con tu pediatra. Ten en cuenta que una reacción alérgica no tiene nada que ver con que tu bebé escupa el alimento porque el sabor o la textura sean nuevos o porque esté lleno.

 

3. Comer es un acto social

Siéntate a la mesa y coloca al bebé en la trona. Sonríe, habla con él y mírale a los ojos. Utiliza palabras sencillas, sube el tono cuando le digas "otra cucharadita más" y déjale que coma a su ritmo. Hacer que las comidas sean una experiencia positiva y establecer hábitos alimentarios saludables puede durar toda una vida.

 

4. Aliméntalo con frecuencia

Los bebés tienen estómagos diminutos en comparación con los adultos, así que las porciones tendrán que ser pequeñas. Ofrécele tres comidas principales más dos o tres comidas más ligeras repartidas a lo largo del día.

 

5. Prueba primero con los favoritos de siempre

Una vez que tu bebé ya esté tomando una buena fuente de hierro (como los cereales infantiles enriquecidos con hierro o la carne triturada) que satisfaga sus necesidades para el desarrollo del cerebro, no tengas miedo a ofrecer a tu bebé frutas y verduras con un sabor más fuerte. Aunque el sabor dulce natural de manzanas, plátanos, zanahorias y boniatos hace que se conviertan en los favoritos de muchos bebés, prueba a ofrecerle una mezcla de distintos sabores. Los bebés aceptarán una gran variedad de frutas y verduras, incluso las que creemos que son amargas, así que ahora es el mejor momento para introducir estos sabores.

 

6. Mezcla lo nuevo con lo conocido

¿Primera vez que va a probar un sabor nuevo? Combínalo con uno familiar que le guste mucho para que lo acepte y disfrute.

 

7. Fruta y verduras para bebés: juega con los colores

Las frutas y verduras para bebés de distintos colores contienen distintos nutrientes, así que no dudes en ponerle cuencos coloridos durante las próximas semanas. Así recibirá todas las vitaminas y los minerales que necesita para crecer y desarrollarse con buena salud. Las frutas y verduras también contienen fitonutrientes, compuestos químicos producidos por las plantas que tienen beneficios para la salud y que los científicos siguen estudiando en la actualidad.

 

8. No te olvides de los lácteos

Tu pequeño ya puede tomar yogur, que le aportará calcio y otros nutrientes importantes para fortalecer sus huesos según vaya creciendo a toda velocidad. Elige yogures naturales sin azúcar o bajos en azúcar, ya que se han elaborado especialmente para cubrir sus necesidades nutricionales.

 

9. Las comidas para bebés, mejor sin azúcar

No hay que añadir azúcar a la comida para bebé ni ofrecerle bebidas edulcoradas. Algunos expertos en nutrición y salud sugieren que no se introduzcan los zumos de frutas durante el primer año porque tienen un alto contenido en azúcar natural. El puré de frutas o la fruta triturada contienen fibra (el zumo no) y puede que a tu bebé le gusten desde el primer momento. Si decides darle zumo, dáselo en un vaso mejor que en biberón y no te pases de los 120 ml (medio vaso) al día. Evita los zumos o las bebidas a base de frutas que contengan edulcorantes añadidos. Mira siempre la etiqueta.

 

10. Que beba agua

Durante el primer año la leche materna es la principal fuente de nutrición y líquido de tu bebé. Ahora es buen momento para que aprenda a disfrutar del agua. Prueba a darle 30-60 ml en un vaso con las comidas y meriendas para que sacie su sed sin edulcorantes. Beber agua lo ayudará cuando aprenda a mover la comida por la boca, además de enseñarle a beber directamente del vaso. Y si a partir de ahora le ofreces agua, seguro que la elegirá como bebida para acompañar las comidas en el futuro. Es importante que recuerdes que no es bueno darle leche de vaca al bebé hasta después de que cumpla su primer año.

 

¿Listo para nuevas texturas?

Cuando tu bebé se haya acostumbrado a comer purés finos, estará listo para probar algunos alimentos con una textura más gruesa o con pequeños grumos. “Los bebés desarrollan las habilidades motrices orales para asimilar texturas entre los seis y los doce meses", afirma Sarah Smith-Simpson, directora científica y experta en alimentación de Nestlé Nutrición en Míchigan, Estados Unidos. "Aprenden a mover los alimentos sólidos con la lengua para poder tragar y aprenderán a moverla de lado a lado cuando coman texturas más complicadas con grumos. Estas habilidades se basan en la experiencia con la textura, más que en el desarrollo a una cierta edad". Estas son buenas ideas sobre cómo introducir alimentos al bebé y nuevas texturas:

  • Prueba con plátano o aguacate machacados, no en puré.
  • Ofrécele un huevo revuelto bien hecho.
  • Añade cuscús, arroz o trocitos de pasta a los purés finos.
  • Pasa los alimentos blandos o cocidos (como zanahorias o boniatos) por una batidora a intervalos cortos o utiliza un prensador o tenedor hasta conseguir una textura pasada pero gruesa.
  • Añade copos de avena a la fruta blanda bien triturada o al yogur sin azúcar adaptado para bebés.