- Establecer algunas normas básicas: En lo que respecta a organizar las visitas después del nacimiento del bebé, explica con claridad las reglas básicas antes de que nazca el bebé. Así las bienintencionadas visitas podrán gestionar sus expectativas. Necesitaréis tiempo para adaptaros a ser padres y conocer al recién llegado. Explica que no querrás visitas durante un determinado periodo de tiempo, el periodo que tu pareja y tú necesitéis. De este modo, la gente podrá hacerse a la idea y respetar vuestro deseo.
- Di «no» a las visitas al bebé por sorpresa: Deja claro a tu familia y amigos que no quieres visitas por sorpresa cuando nazca el bebé. Todo el mundo puede planear contigo cuándo pueden ir a tu casa o llamarte antes. De este modo, tú no te sentirás estresada ni sobrepasada y podrás planear las visitas al bebé a las horas que mejor te vengan.
- Invita solo a personas positivas: Es muy probable que te sientas desbordada por todos los cambios que supone convertirse en mamá o papá. Si hay algo que no necesitas es negatividad, de modo que no tengas miedo de elegir bien quién viene a visitar a tu bebé. No querrás sentir que juzgan cómo lo estás haciendo. Veta las visitas de cualquier persona que sientas que te hace sentir mal. Nadie necesita comentarios que no ha pedido y que no aportan nada, como que la casa está hecha un desastre. Aquí te ofrecemos una lista práctica de las emociones de la mamá primeriza que son perfectamente normales.
- Acepta las ofertas de ayuda: A continuación, te contamos cómo ayudar a una mamá primeriza o papá primerizo. Si familiares y amigos están desesperados por echarte una mano, no rechaces sus amables ofertas. Úsala a tu favor y delega tareas para las que, sencillamente, no tienes tiempo de momento. Pídeles que limpien la casa, te cocinen algo o, incluso, que vayan al supermercado por ti.
- Mentalízate a que recibirás consejos sobre crianza no solicitados: Además de las visitas no solicitadas, los consejos sobre crianza no solicitados, sean de extraños en espacios públicos, de amigos o de familiares, pueden ser muy frustrantes y te pueden confundir cuando eres una mamá primeriza o un papá primerizo. Aunque todo el mundo cree que sus consejos y opiniones son de ayuda, tú puedes sentir que te están juzgando como padre o madre, que te están criticando y que lo estás haciendo mal con tu bebé. ¿La mejor respuesta? «Quizás a ti te funcionara, pero nosotros lo hacemos así». Puedes ver nuestras mejores réplicas sobre la lactancia aquí.
