El sistema digestivo del bebé sufre muchos cambios durante el primer año de vida: aprende a digerir, absorber y excretar. Son procesos complejos, pero necesarios para un crecimiento sano y un buen desarrollo. En este período, muchos lactantes experimentan malestar y dolor abdominal durante los 4 primeros meses de vida, lo que suele provocar un llanto excesivo y persistente. Aunque se trate de un problema pasajero que suele desaparecer después del cuarto mes de vida, deberás ayudarle y prepararte para afrontar una situación que suele generar ansiedad para los padres y trastornos en el sueño y problemas de conducta a los niños: los cólicos de los bebés.
Mantente lo más tranquila posible
Se trata de un proceso natural, no de un problema de salud. Aunque sea una situación difícil de afrontar, tu bebé no sufre ningún problema grave. Los cólicos del recién nacido acabarán desapareciendo espontáneamente entre el tercer y cuarto mes de vida.
Realiza un suave masaje
Masajea suavemente el vientre del bebé en sentido horario y ponle sobre el abdomen una bolsa de agua caliente envuelta en una toalla (el calor va muy bien para el dolor).
No te desesperes
Normalmente, los bebés que sufren cólicos a menudo experimentan alteraciones en el sueño, lo que acabará afectando al resto de la familia. Puede llegar a ser muy frustrante y estresante pero mantén la calma, es algo pasajero que se acabará pasando.
Dale cariño
A veces, está cansado y necesita tranquilidad y sosiego para dormir. En este caso, se debe colocar en una habitación con poca luz y sin ruidos. Si a los 6-7 minutos no se ha dormido, hay que cogerlo y acariciarlo, hacerle sentir que se está cerca de él, hablarle en voz baja y nunca transmitirle angustia.
Cógelo cuando esté despierto
Es muy importante. Cuando oigas llorar al niño, comprueba que está despierto antes de cogerlo.
Y... sobretodo, además de estos remedios, ¡sigue las pautas y recomendaciones que te dé el profesional de la salud para superar los cólicos de tu bebé!
